Hoy quiero mostraros, a modo de "homenaje-tutorial" a dos de las cosas que mas me están solucionando últimamente la vida a la hora de pintar, que son la páleta húmeda y el bote con masilla adhesiva (también conocida como blue-tac).
La paleta húmeda fué para mi un gran descubrimiento. En mi habitación suele dar el sol desde bien temprano, y eso que da a un ojo de patio por lo que a partir de la primavera hace bastante calor. Con las paletas normales, la pintura a veces no me aguantaba ni dos viajes de pincel y era un engorro. Entonces oí hablar de las paletas húmedas, y busqué formas de hacerla. La que mas me convenció, y con la que actualmente yo trabajo es con la que os voy a mostrar a continuación:
Para hacer una paleta húmeda como la que yo utilizo necesitamos:
- Una carcasa de CD
- Papel de cocina
- Papel parafinado, tambien conocido como papel para horno.
- Tijeras
- Agua.
Paso 1:
Cogemos el papel de cocina y lo doblamos por la mitad y de nuevo otra vez por la mitad hasta tener un cuadrado del tamaño de la carcasa del CD. En mi caso me gusta coger dos pliegues de papel en lugar de solo uno, ya que así la paleta tendrá mas agua, y si las leyes de la física no contradicen lo que a mi me da la sensación, la humedad durará mas aunque con un pliegue también es suficiente.
Paso 2:
Mojamos el papel bajo el grifo y lo colocamos en la base de la carcasa, introduciendo los bordes bajo las pestañitas que suelen tener estas carcasas. Esta es otra de las razones por la que me gusta coger dos pliegues de papel, y es que al ser el grosor mayor, el papel quedará mas fijo a la carcasa.
Paso 3:
Recortamos un trozo del papel parafinado a medida de la carcasa, la cual podemos usar como guía.
Lo colocamos sobre el papel mojado y metemos los bordes bajo las ranuras.
¡¡Y LISTO!!!
Ya tenemos nuestra paleta húmeda preparada para pintar.
La paleta suele durar húmeda bastante tiempo, me atrevería a decir que de media 24 horas, estando a veces la pintura fresca para trabajar de un día para otro. Lo que me gusta de usar la caja de CD aparte de por lo de las pestañas para sujetar el papel y que no se mueva, es que se puede cerrar para conservar aun mejor la pintura y evitar accidentes.
Cuando notemos que el papel ha perdido bastante humedad (básicamente es cuando el papel parafinado se "despega" del papel de cocina), solo tenemos que quitar el papel de horno y volver a echar agua sobre el papel de cocina (hasta que toque cambiarlo, habréis pintado muchísimas miniaturas), esto ya puede ser bajo el grifo o desde el mismo vaso de agua que tengamos para pintar si estamos excepcionalmente perretes.
Y ahora es el turno del bote con blue con masilla adhesiva.
Antes de usar este "soporte" ponía mis dedazos sobre la miniatura que estuviera pintando o sobre la peana de esta, algo poco recomendable, ya que muchas veces estropeaba lo pintado o sujetar la miniatura por determinados puntos ponía a prueba mi pulso. Con este apaño, esos problemas quedan solucionados.
Para montarlo solo necesitamos:
- Masilla adhesiva tipo blue-tack (es la misma que se vende para colgar postérs sin usar chinchetas)
- Un bote de pintura vacio Citadel de los "antiguos"o similar.
Paso 1:
Cogemos un trozo suficiente de masilla y hacemos una bola.
Paso 2:
Ponemos esa bola sobre el tapón del bote de pintura y la aplastamos un poco llenando los huecos que queden con la masilla.
Lo que me gusta de los botes antiguos Citadel para esto, es que aparte de tener un buen tamaño para cerrar la mano entorno a ellos, tienen ese relieve en el tapón que los hace mas ergonómicos.
Paso 3:
Ponemos encima la miniatura ...
¡¡¡Y A PINTAR!!!
¿Bocabajo? Sin problemas, de esta forma podemos acceder más cómodamente a los diferentes recovecos de la miniatura.
Espero que los que no tengáis "chismes" de este tipo, los probéis porque seguro notareis la diferencia.
Un saludo.
